UN DÍA PARA CELEBRAR Y COMPARTIR CON ORGULLO
Aún hoy en día son muchas las personas que no ven la necesidad de celebrar un día como el del orgullo LGTBIQ+, dedicado a visualizar, respetar y vivir la diversidad de opciones en el ámbito de la sexualidad.
Unas porque dan por finalizada la etapa de conquistas de libertades en este terreno, como si no hubiese necesidad de hablar o festejar algo que en su opinión está totalmente normalizado. Otras, porque consideran inapropiada y hasta obscena la escenografía que alrededor de ese día, o semana, se origina.
A las primeras les diría que desafortunadamente tenemos aún mucho camino por recorrer para llegar a esa normalización porque, si bien se han conseguido avances considerables, todavía son muchos los obstáculos que de todo tipo las personas se van encontrando, desde los puramente administrativos y laborales, hasta los familiares y sociales. Nunca fue cómodo “ser diferente” y más en el terreno de la sexualidad, una diferencia que en cierto modo agrede unas veces por incapacidad para entenderla y otras por imperativos morales y culturales para aceptarla.
No es fácil vivir esa diferencia en el ámbito escolar, en el familiar, en el laboral, en el social, tanto en pequeñas poblaciones como en grandes ciudades, porque la intransigencia y el rechazo que algunas personas manifiestan provoca ocultamiento y miedos en otras muchas.
A las otras, a las que consideran que el ambiente festivo y los “excesos y el exhibicionismo” son desagradables y obscenos, lo que en realidad les molesta es que se viva como algo normal lo que ellas consideran una anormalidad, que les hace tambalear sus firmes creencias seculares de que solo existe una manera de entender la sexualidad, la suya, la heterosexual y nada mejor para afirmarse en ello que negar la sexualidad de los demás.
Afortunadamente, hemos pasado de un mundo en blanco y negro a otro en tecnicolor, a considerar la diversidad como un factor de riqueza en el que la aceptación de puntos de vista distintos, de maneras de vivir en consonancia con las opciones nos ayudan a crear un mundo más amplio, más tolerante, más diverso.
Se han dado muchos pasos para seguir avanzando en este terreno, que no es otro que el de las libertades, y es de agradecer el hecho de que cada día más empresas y organizaciones, no solo no pongan trabas a la integración, sino que además la favorezcan, porque después del mundo escolar, la gran oportunidad para las personas de todo tipo y condición está en el mundo laboral. Un mundo en el que la diferencia nos hace a todos más iguales.