Poner en valor los valores y los comportamientos asociados a los mismos, mediante una comunicación emocional y multicanal para llegar al empleado y a su entorno afectivo.
Realzar el valor de los valores utilizando un lenguaje financiero, mediante una cartera de valores “tu cartera de valores” que contenía una tarjeta de cada valor con sus comportamientos a modo de tarjeta de crédito para que los empleados pudiesen percibir la importancia de los valores en su día a día.