OVIDIO PEÑALVER

"Para mí la entropía es un equilibrio dinámico,
donde hay orden en el caos, donde las dinámicas
fluyen y se auto organizan solas."

OVIDIO PEÑALVER

Creador de un universo profesional muy personal

 

Ovidio y yo nos conocimos profesionalmente cuando formaba parte del equipo de Soluziona (Grupo Unión Fenosa) hasta que un día, de esos que piensas que tienes que cambiar tu destino antes de que él te cambie a ti, tomó una importante decisión. Junto con otros colegas creó ISAVIA, una compañía de consultoría a la que pusieron nombre, además de sus apellidos, que les iba como un guante, porque era y sigue siendo una compañía que irradia frescura, conocimiento y que ha sabido echar profundas raíces creciendo sosteniblemente.

Ovidio es un profesional innovador, estudioso, inquieto o, más bien, disruptivo, como se califica hoy, siempre a la búsqueda de nuevas metodologías para armonizar ese fantástico y fascinante cosmos de organizaciones y personas.

¿Nacer en Castilla la Mancha imprime carácter?

“Con pan y vino se anda el camino”, dice el refrán castellano. Tener padres manchegos es un orgullo en mi caso, aunque yo más bien soy “serrano” al ser conquense. Los castellano-manchegos somos gente seria, trabajadora, sencilla, que valoramos una conversación acompañada de un buen queso, una hogaza de pan de pueblo y un vino de la tierra (¿hace falta mucho más?).

Cuando hablamos de la España vacía, ¿de qué y por qué?

Vacía o escasa de valores nobles, como el respeto, la paciencia, la colaboración, el disfrute y la celebración. 

Vacía o escasa de Vivir en mayúsculas, oliendo y disfrutando de las fragancias, colores y olores del campo, sintiéndonos parte de una familia mayor que son las plantas y animales con las que compartimos la Tierra.

A cambio, nuestra España urbana está llena de prisas, humos, ruido y una gran superficialidad. Reconozco que esto me provoca grandes contradicciones…

¿En qué te identificas con el más ilustre personaje que se ha paseado por esas tierras?

Me encanta la locura y el valor quijotescos. Pelear contra molinos de viento como si fueran gigantes, seducir a Dulcinea como si fuera la más bella de las musas. El caballero de la triste figura tiene un punto inquieto, ambicioso, provocador, ingenuo, entre la locura y la ternura. Me parece alguien diferente y auténtico, y eso me gusta. Quizá por esto sea zurdo y atlético…

Como el vino o el queso de tu tierra, ¿crees que la madurez da sabor y un gusto más intenso a la vida?

Sí lo creo, siempre que no caigas en una vida cómoda y rutinaria. Con 50 o 60 años puedes valorar más los momentos únicos y profundos, al poder comparar desde la experiencia vivida. De todas formas, echo de menos el ímpetu y la impresionabilidad de un adolescente ante sus primeras experiencias…

La primera vez que te licenciaron, ¿para qué te dieron licencia?

Con 22 años me licencié del servicio militar, tras un frío año en Burgos. Ese año tuve unos de los mazazos más importantes de mi vida: tras 6 años de noviazgo mi novia murió de cáncer en la médula espinal. Eso hizo que estableciera unos vínculos muy potentes con 4 compañeros, lo que hace que tras más de 30 años nos sigamos viendo un fin de semana al año (solo chicos). Nos dimos la licencia de fomentar y conservar una amistad…

Tu hermano sociólogo y tú psicólogo. Os va la marcha de lo social

Ambos, Antonio y yo, a nuestra manera, creemos en un mundo mejor y luchamos por conseguirlo. Él más desde una visión organizacional y yo desde la formación y el coaching. En todo caso, los dos centrados en contribuir a mejorar la vida de personas. Hemos seguido el modelo de nuestro padre y abuelo paterno, ambos muy comprometidos socialmente.

Una persona o profesional que te haya dejado una profunda huella

José Ramón Fernández Naves, uno de mis primeros jefes en Andersen Consulting y luego compañero en Soluziona. Personaje quijotesco, avanzado a su época, innovador, provocador, idealista y utópico. Gracias a él y a Rafa Sánchez (jefe mío en Soluziona), me formé como uno de los primeros coaches de España en 1999. Ahí comenzó mi verdadero despertar y proceso de desarrollo personal…

Dicen que las grandes organizaciones están reclutando a psicólogos. ¿Pensaban que hasta ahora no los necesitaban o es que ahora urge?
¿Por qué?

Desde hace años, en algunos sectores e industrias, se cuenta con “especialistas” en el comportamiento humano. Por ejemplo, ya hace 30 años, para proyectos de consultoría en gestión del cambio y para agencias de publicidad y estudios de mercado se contrataba a psicólogos. Ahora, además de para áreas de desarrollo de personas en las empresas, los psicólogos trabajan como business partners y gestores de la salud, el  bienestar y la cultura organizacional.

¿Cada día buscamos la manera de organizarnos mejor, pero no es deseable una cierta dosis de entropía?

Así lo creo, para mí la entropía es un equilibrio dinámico, donde hay orden en el caos, donde las dinámicas fluyen y se auto organizan solas. Para organizarnos mejor, creo necesaria una habilidad muy compleja, que es la mirada sistémica (observar los fenómenos de forma circular, interactiva, amplia y dinámica). La teoría del caos y las leyes sistémicas nos dan mucha luz sobre este fenómeno… 

¿Hemos perdido la costumbre de mirar al cielo para orientarnos o simplemente para ver las estrellas? 

Así es, ¡qué pena! Deleitarse viendo esos cielos estrellados, no contaminados lumínicamente, es ya un lujo, muy difícil de ver. Las prisas y las aplicaciones para observar el cielo han reducido la magia de observar, de observar nuestra constelación familiar por ejemplo (nuestro árbol genealógico y las implicaciones que tiene en nosotros). Esta es mi pasión desde hace ya 10 años, trabajar con las constelaciones familiares, como técnica terapéutica, breve y sistémica…

Alineación y alienación, ¿son términos muy similares o muy antagónicos?

Más bien antagónicos, diría yo, aunque algunos puedan estar alineados con la alienación (por ejemplo, consumiendo de forma excesiva redes sociales, videojuegos o sustancias, lo que hace que no estés pleno y sereno, que estés disociado del aquí y ahora, del momento presente). A mí me gustaría estar alineado con mis valores (libertad, justicia, respeto y disfrute) y con mi misión vital (provocar reflexión y animar a la acción).

De tus conferencias,
¿cuál crees que es la pera?

La que reza igual que un libro que voy a publicar después de verano: “El viaje hacia ti: si sabes de dónde vienes te será más fácil decidir hacia donde quieres ir”. Incluye una visualización donde te identificas con el árbol que eres tú, así como el bosque en el que te encuentras, para proyectarte al árbol que quieres llegar a ser…

Cuando escribes un libro, ¿dejas el título para el final o lo determinas desde el principio?

Tanto en el primero (“Emociones colectivas: la inteligencia emocional de los equipos”), como en el que se publicará tras el verano (“El viaje hacia ti”), me gusta tenerlo desde el principio. Otra cosa es el subtítulo, donde dejo que me asesore la editorial.

¿Qué es lo que más te emociona?

En positivo: ver a mis hijas felices y capaces, observar un atardecer o una chimenea, perseguir un sueño que me haga vibrar.

En negativo: la violencia contra los más vulnerables, un fuego provocado, la pobreza extrema.

Una lectura que te haya marcado

Hace unos 15 años, formándome con un psiquiatra llamado Julio Moreno, nos recomendó un libro llamado “La tierra inteligente”, de Peter Russell. Habla de la teoría general de los sistemas vivos, concibiendo a la Tierra como un ser vivo (la hipótesis GAIA), donde plantea que la humanidad sería como su sistema nervioso, conectado al resto de seres vivos hermanos (plantas y animales). Aún hoy, sigo transitando el campo de la Ecopsicología, rama que conecta la Psicología con la Ecología…

Un sueño o un deseo por cumplir

Tomarme varias semanas seguidas para ir a caminar o en bicicleta de montaña (otra de mis pasiones), por alguna ruta poco transitada…

Encuentra su faceta más profesional aquí.