Asertividad

Y VOLVER, VOLVER, VOLVER… CON NORMALIDAD Y SOBRE TODO CON ASERTIVIDAD

En Ulises Comunicación ya estamos de vuelta de unas merecidas vacaciones. Septiembre significa volver, volver de vacaciones, volver a clase, volver al trabajo… “volver a empezar, otra vez”, y es que septiembre tiene más de nuevos comienzos casi que año nuevo. Volvemos con las pilas cargadas, con ganas y con la ilusión que nos caracteriza a la hora de afrontar cada uno de los proyectos en los que nos embarcamos. 

Seguiremos trabajando en todo lo que engloba comunicación interna, employer branding y responsabilidad social corporativa y, si hablamos de todo en conjunto, la asertividad es algo imprescindible en lo que creemos que merece la pena profundizar.

Las condiciones en las que hemos tenido que desarrollar nuestro trabajo y nuestra vida en general en los últimos tiempos son, en muchos casos, el origen de tensiones tanto a nivel social como laboral. Por ello hoy, más que nunca, la asertividad es un comportamiento clave en nuestra manera de relacionarnos con los demás.

La asertividad es un concepto que está muy ligado a la inteligencia emocional y a la comunicación con los demás. Ser asertivo significa saber comunicarse de forma directa y firme, pero a la vez empáticamente con los demás, gestionando tus emociones y pensando qué vas a decir, cómo lo vas a decir, y a quién se lo tienes que decir para tratar de hacer pasar el mensaje con la mayor eficacia y el mayor respeto.

Asertividad

La importancia de saber manejar una comunicación asertiva en el entorno laboral

La comunicación es la clave del éxito de una empresa para contribuir a generar un ambiente de trabajo óptimo, que potencie la motivación del empleado ya que, cuanto más feliz es, mayor es su rendimiento laboral. 

A veces, este bienestar puede perderse por culpa de una comunicación inadecuada, que se utiliza en algunas ocasiones en las que se confunde el liderazgo con el autoritarismo. Sin embargo, una de las cualidades más positivas de un líder es ser capaz de transmitir una idea, mensaje u opinión con respeto, es decir, de manera asertiva.

La importancia de la asertividad en el trabajo radica en que evita tensiones producto de la diferencia de ideas, a la vez que emplea estrategias para llegar a acuerdos. En este aspecto, una figura líder es más eficaz que el jefe inalcanzable y para ello se necesita ser una persona asertiva.

Muchos de los conflictos que se generan en el trabajo pueden tener su origen en una comunicación inadecuada. Desde roces con los compañeros y jefes, hasta problemas con proveedores o clientes. Reducir las diferencias en el entorno laboral es un seguro de mejora en el ambiente, en la motivación y, por consiguiente, en el desempeño y la producción. 

Comunicarse de manera asertiva genera una serie de ventajas entre las que resaltamos las siguientes:

– Existe un mayor respeto entre los miembros de la compañía y favorece la adaptación social.
– Cuanto mejor es la comunicación, mejores son las relaciones.
– Se evitan contradicciones a la hora de comunicarse ya que se expresan las opiniones y sentimientos de manera eficaz.
– Se aumenta la confianza personal para transmitir el mensaje correcto sin temores a no ser comprendido.
– Tener confianza implicará un liderazgo con éxito y el desarrollo de equipos de alto desempeño.
– Las críticas se ven como una oportunidad para crecer dado que se hacen de manera constructiva.
– Saber controlar las emociones conlleva a una mejor inteligencia emocional.

Existen tips para ayudar a favorecer la comunicación asertiva en el trabajo, como por ejemplo:

– Demostrar interés por las personas dirigiéndose a ellas por su nombre, interesándose por su estado de ánimo.
– Escuchar de forma activa a los demás manteniendo un contacto visual claro y no sacar conclusiones o interrumpir antes de que se hayan explicado.
– Tener los objetivos, prioridades o principios claros para valorar cuándo vale la pena ceder o cuándo defender hasta el final lo que se piensa.
– No quedarse con dudas, ya que puede llevar a malentendidos.
– Ser directo, pero utilizando la empatía a la hora de dirigirse a alguien.
– Trabajar la inteligencia emocional propia, ya que nos permitirá tomar perspectiva en momentos complicados.

La comunicación asertiva, por tanto, se basa en tener una actitud personal positiva a la hora de establecer relaciones profesionales y personales con el equipo de trabajo y crear vínculos donde se genere una confianza que permita expresar opiniones sin miedo pero con respeto.

En definitiva, comunicarse de forma asertiva es todo un reto necesario para que el equipo de trabajo cumpla con los objetivos establecidos de la mejor forma posible.

Ahora bien, con todo lo que hemos contado, ¿te consideras una persona asertiva? ¿Las relaciones en tu entorno de trabajo se basan en una comunicación asertiva? Quizás, si alguna de las respuestas a estas preguntas es negativa, este nuevo comienzo de rutinas es un buen momento para establecerlo como propósito.