POTENCIAR LA COMUNICACIÓN INTERNA EN TIEMPOS DE ATOMIZACIÓN ORGANIZACIONAL
Ahora que estamos separados, la comunicación es vital para estar más unidos que nunca
La declaración del Estado de Alarma y el confinamiento de las personas en sus domicilios, en una crisis sanitaria y social sin precedentes, ha provocado en las empresas y organizaciones la adopción de una serie de medidas de urgencia y, entre ellas, un mayor acceso al teletrabajo.
En un momento en el que desde nuestros domicilios estamos continuamente pendientes de los medios de comunicación para seguir la evolución y los consejos necesarios para sobrellevar esta crisis lo mejor posible, la comunicación interna debe ser una herramienta destinada más que nunca a reforzar los lazos entre los profesionales, sus equipos y, en general, entre toda la organización.
El aislamiento y las condiciones no siempre adecuadas para trabajar desde el domicilio particular en el que, además, debemos compartir nuestro espacio y tiempo de trabajo con el resto de la familia, requieren una gran dosis de organización y motivación personal. A todo ello, hay que sumar la necesidad de hacer frente a los posibles inconvenientes técnicos.
Hoy disponemos de herramientas que permiten que la comunicación interna llegue a todos los empleados y sea un factor esencial de cohesión, motivación y orgullo de pertenencia a un equipo, a una organización, siempre y cuando se utilicen correcta y adecuadamente.
Las reuniones virtuales de equipos no deben ser únicamente para compartir los temas estrictamente laborales. Debemos pensar en los elementos emocionales, ya que familiares y amigos pueden estar pasando por momentos delicados, y esto afecta también al estado de ánimo de las personas y por tanto al rendimiento de los equipos.
Si vemos constantemente cómo nuestros representantes políticos se dirigen a los ciudadanos, quizás sería bueno también que los directivos de las compañías se dirigiesen a sus colaboradores, para darles su apoyo y recordar más que nunca los compromisos y valores de la empresa, incluso cuando las medidas que se tengan que adoptar no sean las más favorables.
Establecer y fijar momentos de conexión para recordar y revivir aquellos en los que nos cruzábamos por los pasillos, nos acercábamos al despacho de al lado para comentar tal o tal aspecto (laboral o no) es también una necesidad para mantener viva esa idea de colectivo, de equipo, de empresa, en un momento en el que el aislamiento profesional puede llegar a ser un factor de desmotivación y desvinculación.
En un momento en el que las fake news son moneda corriente y circulan a una velocidad endiablada en los medios electrónicos, este fenómeno también puede llegar a suceder en el interior de las organizaciones; cuando la escasez de comunicación deja el terreno libre a la libre interpretación (cuando no a la especulación), puede alterar la percepción de los empleados y provocar una pérdida de credibilidad de los responsables y hasta de la propia compañía.
Cuando no ocupamos un espacio, otras personas pueden hacerlo, incluso con argumentos sesgados, llegando a tener un gran impacto que después debemos combatir doblemente. Con mucho más esfuerzo y con menos garantías de resultado.
Por todo ello, crear espacios y momentos de comunicación interna es hoy más vital que nunca.